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10 Mitos de fotografía en los que ya no debes creer


En fotografía, como en la vida, no todo es blanco o negro. Pero sin embargo, hay gran cantidad de reglas y normas generales que parecen estar aceptadas ciegamente tanto por fotógrafos aficionados como experimentados. La mayoría de nosotros hemos caído en uno o más mitos de la fotografía en algún momento, especialmente en los comienzos, cuando sigues frenéticamente cada consejo de los fotógrafos (aparentemente) más experimentados.

Desde el equipo que debes tener hasta el contenido que debes incluir tu página web de fotografía, hemos seleccionado diez de los errores erróneos más comunes a los que fácilmente se aferran los fotógrafos. Vamos a poner al descubierto cuántos de ellos son realmente ciertos y resaltaremos las lecciones que podemos aprender de cada mito.

1 Convertirse en fotógrafo es super fácil


Tomar una foto es fácil, ser fotógrafo definitivamente no lo es. Cualquiera puede apretar el botón de una cámara pero capturar una imagen verdaderamente buena y atractiva son palabras mayores; requiere mucha experiencia, habilidades y dedicación. La complejidad qQue encierra la fotografías es algo que , quizá, sólo los fotógrafos pueden entender, ya que la mayoría de los desafíos que implica esta profesión pasan desapercibidos para el ojo inexperto. Y eso, sin mencionar lo difícil que es emprender un negocio de fotografía. Todo el mundo parece creer que te ganas la vida tomando algunas fotos los fines de semana, pero nadie se para a pensar en todas las habilidades gerenciales, los esfuerzos de marketing y las horas de edición que hay detrás de todo eso.

2 Una buena foto requiere un equipo caro


Del mismo modo que comprar un piano caro no te hará un buen músico, gastar mucho dinero en una cámara cara no te hará un buen fotógrafo.


Como dijo Ansel Adams, “el componente más importante de una cámara son los doce centímetros que hay detrás de ella.” Si bien los equipos profesionales proporcionan más flexibilidad y resultados consistentes, lo que facilita el trabajo, el resultado final se reduce a las habilidades y conocimientos del fotógrafo. Se pueden tomar excelentes fotos con equipo de baja tecnología.


Antes de gastar cantidades exageradas de dinero en esa cámara o lente de lujo de la que todos hablan, sácale todo el partido a tu equipo actual. Aprende a dominar todas las funciones y características, e invierte tu dinero en ampliar tus conocimientos. No necesitas mirar muy lejos para encontrar las innumerables fotos malas tomadas con equipos muy caros así como impresionantes imágenes capturadas con un smartphone.

3 Dispara todas las fotos que puedas


Conocida como “spray and pray” (“rociar y orar” en español), esta técnica asume que fotografiar miles de imágenes consecutivas aumentará tus posibilidades de obtener esa foto impresionante que todo fotógrafo busca. Esto puede sonar como una buena idea, pero en realidad generalmente resulta en un montón de tomas poco interesantes y mucho más trabajo de procesamiento. Limítate a tomar una cantidad de fotos por día, como si estuvieras filmando película. Pensar cuidadosamente cada exposición dará como resultado imágenes mucho mejores y, por supuesto, te tomará menos tiempo para revisarlas y procesarlas.

4 Necesitas un portafolio enorme


Es posible que tengas la tentación de subir cientos de imágenes a tu página web de fotografía para que los clientes puedan ver todo lo que haces, pero cuando se trata de exhibir tu trabajo, opta por la calidad antes que la cantidad. Selecciona solo tu mejor trabajo en el género o estilo en el que te especializas. Es decir, no crees una galería con fotos de recién nacidos si solo estás interesado en ser contratado como fotógrafo deportivo.


¡No importa qué tan lindos sean esos bebés! Los clientes no quieren desplazarse por docenas de paisajes o retratos, solo quieren ver lo que eres capaz de hacer. Si tienes un portafolio muy amplio, puedes optar por compartir tus fotos en las redes sociales y vincular esos canales a tu página web para que los visitantes puedan dirigirse allí si están interesados ​​en ver más de tu trabajo.

5 El modo manual es el mejor


“No eres un verdadero fotógrafo a menos que solo uses el modo manual”. ¿Te suena familiar esta frase? Aquí está la trampa: definitivamente deberías aprender a disparar en modo manual. Es parte del aprendizaje para dominar tu equipo y mejorará drásticamente tus habilidades técnicas. Sin embargo, eso no significa que debas limitarte a modo y evitar el uso de cualquiera de las otras configuraciones de tu cámara.


Cada escena y tema conlleva un conjunto específico de requisitos y, en ocasiones eso incluye respuestas rápidas a condiciones que cambian rápidamente. No dudes en cambiar a prioridad de apertura o prioridad de obturador si la situación lo requiere, el mejor modo se selecciona de acuerdo a cada situación.

6 Evita fotografiar con mala iluminación


La “mala iluminación” en sí misma es un mito, cualquier luz es buena luz. Entonces, cuando la gente dice “no puedo fotografiar hoy porque está lluvioso / nublado / demasiado soleado”, lo que realmente están diciendo es: “No me pienso molestar en aprender a aprovechar este clima”. No mires las condiciones de iluminación como una limitación, sino como un nuevo desafío para llevar desarrollar aún más tus habilidades fotográficas. Por ejemplo, los días nublados o con niebla son geniales para fotografiar paisajes y retratos debido a la falta de contraste. ¿Quieres hacer una sesión bajo el implacable sol de mediodía? Concéntrate en las sombras, tanto disparando a la sombra como capturando el contraluz. Si estás frente al sol, busca siluetas interesantes.

7 Mantén el horizonte siempre recto


Seguramente ahora estás pensando “¡¿Qué?! ¡Esto no es un mito! ¡Mantener la línea del horizonte recta es esencial!”. Estamos de acuerdo contigo. De hecho, en la mayoría de los casos, se aplica la “Regla del Horizonte” que dice que el horizonte no debe tener inclinación alguna y debe ser paralelo al margen superior o inferior. Pero existen bastantes excepciones a esta regla ‘esencial’.

Las líneas horizontales estabilizan la composición, lo que en algunos casos puede provocar la pérdida de movimiento.


Este es un gran problema cuando se trata de fotografía deportiva y de acción, ya que capturar el movimiento es un factor principal en este tipo de tomas. Estas composiciones pueden beneficiarse realmente de la inclinación de la cámara, ya que un horizonte diagonal da como resultado imágenes altamente dinámicas que captarán perfectamente la naturaleza de los sujetos.

8 No pongas al sujeto en el centro


La regla de los tercios, la proporción áurea, el Fibonacci … todas estas pautas son recursos increíbles cuando se trata de aprender cómo organizar una gran toma, pero no debes temer experimentar con tus composiciones. Y sí, eso incluye colocar a tu sujeto en el medio. Los patrones y la simetría son parte de la naturaleza y un gran atractivo, no pierdas la oportunidad de capturar una toma impresionante solo porque estás demasiado obsesionado en seguir las reglas al pie de la letra.

9 Debes fotografiar con trípode


Un trípode puede ser tu mejor amigo o tu peor enemigo. Usarlo tendrá un gran impacto en la nitidez de tus fotos y te permitirá explorar nuevas perspectivas, velocidades de obturación e incluso géneros. Pero confiar demasiado en él puede tener un efecto negativo en tu trabajo.


A veces, los fotógrafos tienden a colocar su trípode antes de planificar la toma, lo que reduce significativamente sus posibilidades. En otros casos, simplemente dejan la cámara en casa s saben que no pueden llevar el trípode consigo, perdiendo muchas oportunidades de fotos en el camino. No tengas miedo de sostener tu cámara con la mano o usar una pared o una piedra cuando no tienes tu trípode contigo.

10 El post-procesadomiento es una trampa


Existe un idea errónea y ampliamente difundida de que el procesamiento posterior de imágenes nació con Photoshop, pero en realidad surgió de la mano con la fotografía en sí, hace más de dos siglos. En los inicios, los fotógrafos usaban una serie de técnicas para editar sus imágenes en el cuarto oscuro, incluyendo esquivar y quemar, rayar los negativos, difuminar, pintar con aerógrafo y colorear.


La mayoría de las imágenes requieren un poco de procesamiento posterior para aprovechar todo su potencial, especialmente si está fotografiado en formato RAW (como debería ser), donde los resultados suelen ser bastante sosos. Quienes afirman que “todo se ve bien directamente en su cámara” probablemente estén fotografiando en formato JPG, lo que significa que la imagen se procesó automáticamente dentro de la cámara. El post-procesamiento es parte del proceso fotográfico digital, del mismo modo que el cuarto oscuro es parte del proceso fotográfico analógico. ¡Solo asegúrate de no sobre procesarlos!



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